Merecedora de diversos premios, así como del aplauso de la crítica y el favor de miles de lectores en diversos países —en Alemania figura en la lista de éxitos hasta la fecha—, esta novela marca el regreso a la ficción de Helen Garner, autora de enorme prestigio en su Australia natal. El carácter autobiográfico de esta hermosa y emocionante exploración del ser más profundo queda evidente en las características de su personaje principal, Helen, una escritora de edad madura y arquetipo de la mujer moderna y emancipada. Helen prepara con esmero el cuarto de invitados a la espera de la llegada de su vieja amiga Nicola, tan bohemia e independiente como ella. Nicola va a quedarse tres semanas para someterse a un tratamiento de medicina alternativa, aunque muy pronto se hace evidente que se encuentra más enferma de lo que ella misma está dispuesta a aceptar. Por su parte, Helen, convertida en enfermera, ángel de la guarda y juez, apenas puede disimular su disgusto por la extravagante cura en la que su amiga confía ciegamente. El desacuerdo entre ambas no sólo genera una inesperada brecha en su amistad, sino que las mueve a reflexionar hasta qué punto están dispuestas a sacrificar los intereses propios por ayudar a otra persona, poniendo en peligro un estilo de vida al que no desean renunciar. Exenta de sentimentalismo, pero llena de sentimiento, inteligencia y humor, La habitación de invitados ahonda en los múltiples sacrificios que exige la amistad y se pregunta dónde están los límites de la generosidad, de la paciencia, de la capacidad para engañarnos y ahuyentar así el fantasma de nuestra vulnerabilidad.
martes, 2 de noviembre de 2010
"La habitación de invitados" de Helen Garner
La próxima reunión del Club de Lectura tendrá lugar el martes 23 de Noviembre, a las 19:30 horas. En ella comentaremos "La habitación de invitados" de Helen Garner.
Merecedora de diversos premios, así como del aplauso de la crítica y el favor de miles de lectores en diversos países —en Alemania figura en la lista de éxitos hasta la fecha—, esta novela marca el regreso a la ficción de Helen Garner, autora de enorme prestigio en su Australia natal. El carácter autobiográfico de esta hermosa y emocionante exploración del ser más profundo queda evidente en las características de su personaje principal, Helen, una escritora de edad madura y arquetipo de la mujer moderna y emancipada. Helen prepara con esmero el cuarto de invitados a la espera de la llegada de su vieja amiga Nicola, tan bohemia e independiente como ella. Nicola va a quedarse tres semanas para someterse a un tratamiento de medicina alternativa, aunque muy pronto se hace evidente que se encuentra más enferma de lo que ella misma está dispuesta a aceptar. Por su parte, Helen, convertida en enfermera, ángel de la guarda y juez, apenas puede disimular su disgusto por la extravagante cura en la que su amiga confía ciegamente. El desacuerdo entre ambas no sólo genera una inesperada brecha en su amistad, sino que las mueve a reflexionar hasta qué punto están dispuestas a sacrificar los intereses propios por ayudar a otra persona, poniendo en peligro un estilo de vida al que no desean renunciar. Exenta de sentimentalismo, pero llena de sentimiento, inteligencia y humor, La habitación de invitados ahonda en los múltiples sacrificios que exige la amistad y se pregunta dónde están los límites de la generosidad, de la paciencia, de la capacidad para engañarnos y ahuyentar así el fantasma de nuestra vulnerabilidad.
Merecedora de diversos premios, así como del aplauso de la crítica y el favor de miles de lectores en diversos países —en Alemania figura en la lista de éxitos hasta la fecha—, esta novela marca el regreso a la ficción de Helen Garner, autora de enorme prestigio en su Australia natal. El carácter autobiográfico de esta hermosa y emocionante exploración del ser más profundo queda evidente en las características de su personaje principal, Helen, una escritora de edad madura y arquetipo de la mujer moderna y emancipada. Helen prepara con esmero el cuarto de invitados a la espera de la llegada de su vieja amiga Nicola, tan bohemia e independiente como ella. Nicola va a quedarse tres semanas para someterse a un tratamiento de medicina alternativa, aunque muy pronto se hace evidente que se encuentra más enferma de lo que ella misma está dispuesta a aceptar. Por su parte, Helen, convertida en enfermera, ángel de la guarda y juez, apenas puede disimular su disgusto por la extravagante cura en la que su amiga confía ciegamente. El desacuerdo entre ambas no sólo genera una inesperada brecha en su amistad, sino que las mueve a reflexionar hasta qué punto están dispuestas a sacrificar los intereses propios por ayudar a otra persona, poniendo en peligro un estilo de vida al que no desean renunciar. Exenta de sentimentalismo, pero llena de sentimiento, inteligencia y humor, La habitación de invitados ahonda en los múltiples sacrificios que exige la amistad y se pregunta dónde están los límites de la generosidad, de la paciencia, de la capacidad para engañarnos y ahuyentar así el fantasma de nuestra vulnerabilidad.
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Hola, soy Jorge del club, como no podré estar el dia del club y tras leer el libro, paso a contar mis impresiones. Si no supera que es una novela, diría que es el diario de un cuidador de un paciente de cáncer. Destaca el valor y la fuerza de la amistad, el respeto a los tiempos y los espacios, rezuma cariño, sentimiento... ¡viva la amistad! y mas si llega a estas situaciones extremas. Como en segundo plano aparece una critica a esa medicina milagrera, mentirosa y embustera.
ResponderEliminarUn saludo compañeros de camino, espero que os guste
Jorge
Una novela impresionante, breve e intensa a la vez. Despierta emociones y cala muy hondo al tratar un tema espinoso, que en algún momento de la vida a todos nos afecta: la enfermedad, la cercania de la muerte, el sacrificio que supone cuidar a un ser querido enfermo, las dudas y los porqués que se plantean ante estas situaciones.
ResponderEliminarUn libro que me ha impactado y que me ha llenado de emoción.
Juan L.
Me leí el libro del tirón. Describe muy bien las sensaciones y sentimientos de las personas que se enfrentan con el cáncer y cómo viven esta experiencia, así como de las personas que están cerca de ellos.
ResponderEliminarAdela
Una novela perfecta, narrada con elegancia y con un estilo coloquial. Se adentra en el territorio desgarrador de una grave enfermedad, a veces de forma atrevida e incluso de forma divertida, a pesar de la dureza del tema.
ResponderEliminarLas dos mujeres protagonistas de esta novela son tan auténticas que al llegar a la última página sentimos no sólo que hemos leído una novela magnífica, sino que hemos experimentado la vida misma.
Fantástica novela, desgarradora pero real como la vida misma. Me duró dos días. A pesar de la crudeza del tema, he disfrutando leyendo una historia de amistad y solidaridad impresionante. Enhorabuena, Diego por la elección. Vicente Parra.
ResponderEliminarA mi me ha parecido una obra que contribuye a valorar aun más las relaciones que establecemos a lo largo de esta vida. Es una magnífica muestra de como se puede narrar una experiencia aplastantemente dolorosa de forma que sirva para obtener algo positivo de ella. Porque en caso contrario ¿porqué iba a darse nadie el mal rato de leer la crónica de una muerte anunciada?.
ResponderEliminarOscar.
Esta novela narra de forma muy sencilla,la cruda
ResponderEliminarexperiencia que viven dos amigas,al padecer una de ellas un cancer terminal.Me ha gustado,como la autora tiene la habilidad de describir en esta historia,que la enfermedad terminal se puede sentir con el dolor suficiente sin llegar a un profundo drama e incluso con pinceladas de humor
fina
21 de noviembre de 2010
Hace escasos minutos que ha terminado la reunión de nuestro club de lectura que, en esta ocasión, ha girado en torno a la obra La habitación de invitados, de Helen Garner.
ResponderEliminarEl desarrollo del coloquio me ha parecido agradable, distendido e interesante por el amplio abanico de temas y perspectivas que se ha desplegado durante el mismo. La mayoría de los comentarios se han centrado en Nicola y en su enfermedad, por un lado, y en la relación de amistad más o menos intensa que existe entre ella y la narradora, Helen, por otro.
Sin embargo, yo prefiero sustentar mi comentario en el punto de vista de la narradora, de quien está contando la historia, puesto que me parece que es la encargada de vertebrar la narración de la misma, llegando incluso a dosificar la intensidad y tensión dramática con la que relata cada instante de convivencia con su invitada.
El título mismo, La habitación de invitados, es el encargado de marcar el punto de vista desde el que se va a contar la historia y, por tanto, desde el que se van a ir encadenando los acontecimientos.
Helen es una mujer madura e independiente, acomodada en su rutina, dedicada a su profesión, a sus amigos y a la compañía de su hija y de su nieta.
Esta placentera existencia se ve truncada con la aparición de su amiga Nicola, quien, aquejada por un cáncer en su fase terminal, acude a ella para recibir un tratamiento milagroso que logrará arrancar definitivamente de sus entrañas la cruel enfermedad.
Helen prepara con mimo y pulcritud desmesurados la habitación en la que se hospedará Nicola, eso sí, por unos cuantos días previamente pactados, ni uno más.
A partir de aquí la narración se centra en el tiovivo de emociones por las que va atravesando Helen a medida que pasa el tiempo y asiste, impotente, a la usurpación de su propia vida, sacrificio que resulta vano puesto que el final de Nicola está cerca y es inevitable.
Por tanto, el fianl del libro resulta un tanto abrupto puesto que, al ser la narradora la que cuenta la historia, tiene todo el derecho a extenderse y ser rigurorísima al contar los momentos que se contextualizan en su casa, en su habitación ahora destinada a su invitada y, por contra,a ser escueta, cortante, cuando se trata de relatar la experiencia desde fuera, apartada del núcleo que ha vertebrado y dado consistencia a la narración. Por otra parte, el final era más que anunciado, tampoco tenía sentido alargarlo en demasía.
Ese espejo que se quiebra en mil pedazos antes incluso de que su destinataria llegue a constatar su existencia, es acaso el preludio de los distintos trocitos en los que se quiebra también esta historia.
Un saludo.
Isabel.
La cordialidad predominó en la pasada reunión del Club de Lectura, cuando descubrimos la primera novela de Helen Garner, La habitación de invitados (2010), avalada por la crítica internacional como uno de los mejores libros del año, novela perfecta, intensa y breve joya literaria. Una cosa es cuanto la crítica preconiza, y otra la valía misma de la obra que, por supuesto, la tiene porque se ensaya en ella las profundas relaciones humanas entre dos mujeres adultas, y el sentimiento de amistad. Entre Helen, la protagonista, madura y emancipada, y Nicola, la “amiga” enferma que la visitará en su casa porque va a someterse durante tres semanas a un tratamiento de medicina alternativa con que curará el cáncer que padece. La anfitriona preparará con mucho esmero la habitación de invitados, de ahí su acertado e ilustrativo título, pero cuando llega, percibe que está mucho más enferma de lo que su propia amiga le adelantaba, se resigna a ejercer de enfermera, aunque no disimula su desacuerdo con la cura alternativa y cara que llevará a cabo en la institución privada. Sacrificio, amistad, paciencia y generosidad serán los conceptos que se alternan en esta novela, narrada de forma lineal y de estructura previsible. El relato se concreta en tres tiempos que vertebran la historia: la preparación de la habitación y el recibimiento de la amiga, la constatación de la grave enfermedad y el conflicto que surge entre ellas, incluida la renuncia a sacrificar una vida y unos intereses propios por ayudarla, y sobre todo el final, que se vislumbra desde el principio, y muestra la resignada constatación de la narradora cuando su amiga Nicola vuelve de nuevo a su casa, y Helen intuye la certeza de una cercana muerte, como apenas se anota en las últimas páginas.
ResponderEliminarNo resulta una obra en extremo sentimentalista, nunca habrá que valorarla en ese sentido, más bien, muestra los límites de la generosidad humana y la capacidad que tiene esta vida para engañarnos y acercarnos a cuanto nos acecha en nuestra existencia. La narradora inteligente sabe contarnos un relato autobiográfico o hacer de la ficción, la mejor de la autobiografías.
Pedro M. Domene.