jueves, 1 de diciembre de 2011

"Tres cuentos" de Truman Capote.

La próxima reunión del club de lectura tendrá lugar el miércoles 21 de diciembre de 2011, a las 19:30 h. En ella comentaremos "Tres cuentos" de Truman Capote.

Con estos tres relatos Truman Capote hace un certero, conciso, impactante y humano retrato de su infancia. Para ello elige dos momentos muy importantes en la vida de un niño norteamericano: Navidad y El día de Acción de Gracias.

Los tres cuentos abordan cuestiones que podrían haberse tratado con un tono más trágico. Y ahí está el otro gran acierto de Capote. Podía haber hecho hincapié en los aspectos más sórdidos: la ausencia de padres, la falta de cariño, la miseria de la sociedad que les rodeaba...

Pero Truman Capote huye de todo tremendismo y nos narra las historias como si fueran la única realidad posible, como si no hubiera nada extraño en un niño que vive lejos de sus padres y tiene por amiga a una anciana inocente como una niña.
El autor despacha lo más trágico con unas pinceladas para dar brillo a lo positivo. El personaje de Sook es la bondad en estado puro, y al mismo tiempo, la única compañía de un niño de siete años a quien nadie quiere.
Con estos dos personajes Capote construye un universo cotidiano en el que las pequeñas cosas de la vida se convierten en firmes razones de existencia.
Aunque los tres cuentos funcionan de manera independiente, los unos aportan información extra sobre los otros. Por ejemplo, en Un recuerdo navideño no conocemos el nombre de Sook, ni apenas se habla de los padres del niño. Esta es la primera información que recibimos en Una Navidad y ,en El invitado del Día de Acción de Gracias, se introduce un elemento de discordia entre los dos personajes que ya conocemos.
Truman Capote logra retratar unas relaciones personales que no dejan indiferente al lector: la ternura, la pureza de la amistad entre la anciana y el niño nos devuelven al paraíso de la inocencia en Un recuerdo de Navidad y El invitado del día de Acción de Gracias, y, en Una Navidad el autor nos muestra que en lo sentimental todos somos vulnerables, como el padre gigoló con remordimientos que quiere comprar el amor de un niño que sólo quiere regresar con su amiga anciana.
Precisión y concisión son dos de las características de estos relatos. Sin duda aquella época fue muy importante para el autor, y en especial la figura de Sook, quien queda inmortalizada en estos relatos como un homenaje a la bondad humana.