sábado, 8 de diciembre de 2012

"Historia de una maestra" de Josefina Aldecoa.

La próxima reunión del club de lectura tendrá lugar el jueves día 20 de Diciembre de 2012, a las 20:00 horas. Será en nuestra Biblioteca Pública Municipal "Gabriel Espinar" de Huércal-Overa. En ella comentaremos el libro "Historia de una maestra" de Josefina Aldecoa.

Se trata de una narración hecha desde el recuerdo, llena de verdad y de sentimientos auténticos.
En 1923 Gabriela recoge su título de maestra. Es el comienzo de un sueño que la llevará a trabajar en varias escuelas rurales en España y en Guinea Ecuatorial. "Historia de una maestra" es la narración, hecha desde la memoria, de la vida de Gabriela durante los años veinte y hasta el comienzo de la guerra civil.
Con el trasfondo de la República, la revolución de Octubre y la guerra, esta novela rememora aquella época de pobreza, ignorancia y opresión, y muestra el importante papel de la enseñanza y de aquellos que lucharon por educar un país.
Contada desde la verdad del recuerdo, con sentimientos que apenas nos atrevemos a reconocer y desde una progresiva toma de conciencia, Josefina Aldecoa nos abre un camino a la esperanza y al idealismo.

La historia de una maestra rural en la España republicana permitió a Aldecoa aunar sus dos grandes pasiones: la enseñanza y la literatura. "En esta novela están los dos caminos que han marcado mi vida; está la experiencia que vi y viví al lado de mi madre. Es un testimonio literario, pero también muy real de lo que fue aquella España", explicó durante la presentación de esta nueva edición que calificó de "símbolo de lujo cultural". Aseguró que nunca imaginó que "Historia de una maestra" tendría éxito: "Eran los años ochenta y la literatura social, crítica o realista no parecía lo más adecuado. Sin embargo, ésta es la obra por la que más se me estima". Defensora a ultranza del trabajo en la enseñanza, Aldecoa lamentó que hoy no sea tenido en cuenta, y recordó el lema "el maestro es el primer ciudadano de la República".

2 comentarios:

  1. Los años treinta son los años de las ilusiones y los vientos de cambio que trajo la II República. Ese ambiente de euforia y optimismo se refleja muy bien en el libro, pues nuestra protagonista y su marido son defensores de una reforma educativa en pro de la libertad y del laicismo, que deje atrás la ignorancia y el oscurantismo en que vivía gran parte de la sociedad española. Las tensiones que se producen como consecuencia de estos cambios, las dificultades de una parte de la sociedad española para aceptar una modernización que les asustaba, mientras que a otros les llenaba de ilusión... son aspectos que la autora ha recogido con una gran maestría. La crisis de 1934 y los trágicos acontecimientos que desembocarán en la guerra civil terminarán por traer la desgracia al entorno de Gabriela. La intolerancia y el radicalismo se convierten en los protagonistas de las últimas páginas de la novela.

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  2. El pasado mes de diciembre, leíamos un título, tan sugerente como evocador, sobre todo porque algunos de los miembros del Club de Lectura nos dedicamos a esta noble tarea, a esta vocacional profesión que se tilda como la enseñanza, es decir, somos maestros y, precisamente, así se titula la obra de una insigne pedagoga que dedicó la mayor parte de su vida a su Colegio Estilo y el resto del tiempo a escribir excelentes novelas y relatos, Historia de una maestra (1989). El relato que cuenta su protagonista es uno de los periodos más relevantes de la historia de España, el que va desde los años veinte hasta el comienzo de la guerra civil. La narración de Josefina Aldecoa es fluida, alejada de un vocabulario excesivo, que hace la lectura bastante amena y rápida.
    Gabriela, la joven maestra, comienza su periplo docente en una pequeña aldea en Tierra de Campos. Sus deseos de enseñar y de transmitir el entusiasmo y la curiosidad por aprender a sus alumnos son encomiables, se alegra con cada pequeño avance, cada paso que dan sus pupilos.
    Unos años después su afán didáctico y de aventura, inusual en la época, la acabaría llevando a un poblado de Guinea Ecuatorial, donde será testigo de las diferencias sociales entre la población nativa y los blancos, españoles y europeos. Su amistad con un médico negro, por quien se vislumbra Gabriela parece sentir algo más que amistad, le granjean las críticas de ciertos individuos influyentes de aquella sociedad. Finalmente la maestra, enferma, abandona África para seguir los pasos de otras mujeres de la época: casarse y tener niños, si bien nunca dejará de sentirse entusiasmada por su profesión y su dedicación a la misma. No obstante el amor por África y el anhelo de una vida distinta de haber permanecido allí es una constante a lo largo del resto de la novela, fruto además del inconformismo del personaje. Gabriela, como puede pensar el lector, dejará parte de su corazón en Guinea.
    La década de los treinta son los años de las ilusiones y de los vientos de cambio que trajo la II República. Ese ambiente de euforia y optimismo se refleja de la mano de la narradora perfectamente, puesto que a la protagonista y su marido son defensores de una reforma educativa en pro de la libertad y del laicismo, que deje atrás la ignorancia y el oscurantismo en que vivía gran parte de la sociedad española del momento. Las tensiones que se producen como consecuencia de estos cambios y la crisis de 1934, además de los trágicos acontecimientos que desembocarán en la guerra civil, terminarán por traer la desgracia al entorno de Gabriela y forman parte del relato de la última parte de la novela. La intolerancia y el radicalismo se convierten en los protagonistas de las últimas páginas de la novela.
    El libro se convierte así en un manifiesto homenaje a un colectivo que ha sido muchas veces olvidado en la historia: los maestros de la República, una parte de los cuales fueron represaliados durante el franquismo. En el libro se pone de manifiesto, la importancia de la educación como motor de cambio de la sociedad.
    Una amena conversación con diferentes y variadas posturas que, en ocasiones, se encamina hacia opiniones muy personales, mantuvo al Club de Lectura muy vivo al hilo de la interpretación de esta novela, aunque se olvidaron temas especialmente importantes que Josefina Aldecoa sostiene en su obra: docencia y competencias, libertad y represión, laicismo y religión...
    Tampoco podemos olvidar que son obras de ficción con un fondo histórico y real, y que cada autor proyecta con un fondo y unos personajes libremente elegidos. Nunca debemos confundir realidad /ficción, vida/ literatura aunque tanto una como otra se sustenten y nos sirvan para poder mirar siempre hacia delante.
    Mis mejores deseos para los miembros del Club de Lectura para 2013, repleto de buenas lecturas.

    Pedro M. Domene.

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