Encrucijada de todas las obsesiones e intuiciones de Hermann Hesse (1877-1962) y exponente de su singular talento para el relato, "El lobo estepario" se inscribe dentro del empeño, patente a lo largo de toda su obra, por iluminar la zona oscura de la condición humana a fin de poner al descubierto su carga trágica y su incierto destino. Ser solitario e incomunicado, extraño y extrañado, Harry Haller, protagonista de esta emblemática novela, ha acabado convirtiéndose en un arquetipo literario en el que se reconocen quienes padecen los efectos deshumanizadores de una sociedad que no conoce la solidaridad y propicia el aislamiento.Hermann Hesse, indiferente a las corrientes y movimientos literarios, rara vez aparecía en público y jamás firmó ejemplares. Siendo bastante mayor, aceptó el Premio Goethe y el Premio de la Paz, pero no acudió a las respectivas ceremonias. Fue galardonado también con el Premio Nobel de Literatura en 1946.
Para Miguel, compañero del Club, que tanto ha luchado para que leamos este clásico.
ResponderEliminarEl lobo estepario es una novela psicológico-filosófica protagonizada por un hombre bastante particular, llamado Harry Haller y mejor conocido como el “lobo estepario”. A Harry lo conocemos primeramente por el relato de un tercero: el sobrino de una mujer a la que a él le alquila un cuarto. Es este hombre quien se encarga de presentárnoslo, y lo hace con todos los elementos necesarios para que despierte en el lector el interés por tan singular personaje, al que describe como un hombre muy particular, huraño, extraño, pero que le causa una impresión profunda. Esta primera parte roza las novelas de misterio y cumple muy bien su cometido puesto que al terminarla el lector quiere saber algo más de Harry. La segunda parte: el diario del lobo estepario, un manuscrito (“Anotaciones de Harry Haller”) encontrado en su cuarto, y redactado en primera persona, en el que Haller anotará sus vivencias y pensamientos. Este manuscrito se encuentra interrumpido en una parte por el ‘Tractac del lobo estepario’, una especie de tratado psicológico/filosófico, que a Harry le entrega un desconocido en la calle, y en el que se describen los rasgos definitorios de la personalidad y los pensamientos del lobo estepario. Después sigue nuevamente (y hasta el final) el diario de Harry; nos damos cuenta que la novela no tiene una estructura difícil, o es un libro complejo. La complejidad (y al mismo tiempo su grandeza) está en su protagonista, en Harry, un hombre cincuentón, huraño, un tanto misterioso, y poco dado a las relaciones sociales, pero que a veces tiene ciertas salidas de tono: se conmueve con cosas comunes o es capaz de sostener alguna conversación agradable, así nos lo presenta el sobrino, y pronto sabemos que se trata de un hombre en quien dos naturalezas luchan encarnizadamente: una, que podríamos llamar humana o burguesa, que lo lleva a estar conforme con sus semejantes, con su gente, con su siglo; y otra, la del lobo estepario, que lo empuja a lo contrario: rechaza la sociedad, sus convenciones, mira todo con desconfianza y desprecio, y se siente tremendamente inconforme con todo, pues predominan en él fuertes estados pesimistas que lo llevan no sólo a aislarse sino también a pensar en el suicidio. Y en un eventual suicidio se encuentra pensando cuando en su camino se cruza Armanda, una prostituta que cambia radicalmente su modo de pensar y de vivir, resulta ser la única persona que lo entiende y también le enseña a vivir.
Hay en este libro, como se puso de manifiesto en el Club de Lectura, mucho más; sobre todo, como comentamos, los agudos pensamientos y reflexiones que Hesse va soltando a través de sus personajes. Es un libro para leer (y releer) muy despacio, porque de otra forma podríamos perdernos alguna de esas duras y brillantes ideas de 1927 de plena vigencia, en muchos casos, 90 años después, en 2017. Un libro que merece estar en la categoría de los clásicos.
El libro ocasionó un debate abierto y entusiasta por parte de la mayoría de los miembros del club, y por supuesto despertó el interés de todos, ofreciendo las diversas y variadas perspectivas que cada uno había ido recibiendo y asimilando en su particular lectura. Todo un éxito para un libro de referencias universales que sigue de plena actualidad.
Pedro Martínez Domene